Sonreír. Que no es reír, pero casi. Que empieza en los ojos y acaba en el corazón.
Los ojos. Los ojos son el reflejo del alma. Los ojos son la manera más sincera de decir lo que uno piensa o siente sin necesidad de palabras. Al sonreír, se produce un brillo único en los ojos, un brillo imposible de fingir. No se puede fingir una sonrisa, y si se intenta, se nota.
La boca. La boca es la parte más representativa de una sonrisa. Y la más amplia. Una sonrisa es verdadera si la boca ocupa el 80% de la parte inferior de la cara y si alcanza su máxima amplitud.
Una sonrisa puede desencadenar una risa, que puede ser una carcajada como respuesta al mejor chiste que te han contado en tu vida o una breve risa nerviosa porque los ojos de la persona por la que sientes algo están clavados en ti.
Una sonrisa siempre tiene un motivo, y siempre hay un motivo para una sonrisa
-Haridian-